¿Cuantas generaciones deberán pagar nuestra deuda? La situación económica precisa de cada estado es difícil de conocer. A nadie le interesa hacer difusión de sus números más íntimos, incluso aveces se desconocen o, mejor dicho, son desconocidos adrede; sobretodo porque hay mucha deuda recolocada. Algunos informes son bastante objetivos. Pertenecen a sectores bastante independientes del sector económico, mucho más implicado y, por tanto, menos sincero. Uno de los mejores es el editado por la C.I.A, norteamericana. Se basa en conocer sobretodo el déficit global de cada nación por la suma de cuatro áreas: déficit público, de los bancos, de las empresas y de las familias. Cuando la situación es crítica se resume en la deuda real y no aparente de los bancos, quienes tendrán que asumir los impagos en situación de crisis de los otros sectores. Por ejemplo, estando el tipo de interés por los suelos, muchas empresas apadrinadas políticamente podrán acumular créditos decenas de veces superiores a su valor tangible, simplemente se basa en que puedan seguir recibiendo créditos para cubrir gastos internos y externos … y refinanciar su deuda, lo último no es difícil estando el euribor por debajo del uno por ciento. Hay países que las grandes empresas se cuentan sólo por decenas y en cambio acumulan deudas conjuntas superiores a las del sector público; no pocas pertenecen a sectores absolutamente obsoletos sobretodo de la industria, comunicación y servicios, eso si apadrinadas políticamente para conseguir crédito, que para eso están los políticos y los bancos en la actualidad... Durante la década “prodigiosa” del 2000 al 2010, con el aval del euro, la deuda global española pasó de un 200 por ciento del PIB a más de 400 %. En la actualidad sobrepasa el 500 por ciento del PIB, incluso en realidad podría acercarse al 600 %, si incluimos activos fantasmas bancarios y de otras empresas. Estamos hablando de seis billones de euros que repatidos por cada español son bastante más de 100.000 euros, cerca un cuarto de millón de euros por hogar o trabajador activo. El salario medio neto de cada español no es muy superior a 20.000 euros/año, suponiendo que dedicara la mitad al pago de la deuda global, dentro de su miserable existencia, debería dedicar al capital a amortizar e intereses una improbable larga vida laboral próxima a 50 años, siempre que el tipo de interés se mantenga por los suelos, lo que no ha sucedido nunca. Con la otra mitad de ingresos deberán sus hijos alimentarse y pagar sus propias hipotecas. Como consecuencia de las economías interelectorales, hemos visto que hay dos tipos de gobiernos: los "comedidos" en el gasto publico y recolocado, y los alegres. Los unos practican el "pan para hoy y el hambre para mañana"; los otros: "pan, ostras, caviar para ahora y la desgracia ya esta tarde". Repartir y repartirse la "riqueza" es social... Repartir la de nuestros hijos y ahora ya la de nuestros nietos, es de juzgado de guardia... De cualquier forma, nos queda el consuelo de que nuestros compañeros de viaje europeos no son mucho más honestos.