NO HAY HISTORIA MAS RELATIVA O FALSA QUE LA PROPIA HISTORIA
Tanto las marcas Catalunya, como España, provienen probablemente del francés Catalogne y Espagne. La primera de mediados del siglo XVII y la segunda de unas décadas después.
La marca Catalogne figura en la edición de 1711 del diccionario de Moreri de 1674. No figuran como territorios o reinos en los textos peninsulares como en 1622 ni en anteriores, según las páginas adjuntas, si bien podría haber existido como calificativo desde allende los Pirineos, tanto como raíz común de catlanes o castelanes, es decir, habitantes de los castillos, calificativo común que cubriría a los pobladores fortificados del norte de la península, incluso a finales del primer milenio…
La marca Catalogne como región o territorio probablemente se incorpora al territorio francés a partir del nombramiento de Luis XIII como conde de Barcelona, al añadir el territorio puente entre el Condado de Barcelona y el sur de Francia, territorio que se prolongaría hasta Tortosa.
Los austria, como Felipe IV se consideran emperadores vinculados al Sacro-Imperio Germánico más que reyes y como tal no agrupan los reinos hispánicos en sub-conjuntos, siendo emperadores por igual de: reinos, ducados, condados, ciudades…, como se autodescriben en los textos adjuntos.
El poder económico de las ciudades portuario-comerciales como Génova, Venecia o Barcelona, entre otras, es superlativo en sus territorios dándoles, en consecuencia, considerables privilegios, como los otorgados al Condado de Barcelona desde siglos, donde los reyes se conformaban con simplemente recaudar, lo más difícil de la época...
España como nación o Catalunya como simple región formarán parte de la ideología y administración centralista de los borbones, sobretodo cuando se desvincula a los reinos hispánicos del conjunto del Imperio y se unifican sus administraciones.
Tras la separación definitiva de Portugal de los reinos peninsulares, el resto pasa a ser “España”, bajo la tutela borbónica de Francia.
Es evidente, que los reinos de Aragón y Castilla siguieron siendo independientes, dentro del “imperio” incluso en sus monedas cerca de dos siglos después del matrimonio de Isabel y Fernando.
También, es evidente que el principal artífice y destacado hacedor del imperio, Fernando el Católico, que lo consiguió con buenas o malas lides, hace prevalecer a Aragón como reino promotor del gran imperio, que los austria simplemente defendieron con muchas dificultades.
Contra lo que la historia ha hecho prevalecer, la supremacía de Castilla no es real. Por ejemplo, Catalina de Aragón no era Catalina de Castilla…
Es fácil encontrar libros facsímiles, fáciles de identificar como no de época, que pueden contradecir la realidad de lo recientes que resultan las marcas nacionales. Por otra parte, no es una falsedad hablar de los pueblos españoles de la época del imperio romano o de los pobladores de Catalunya en la época de las guerras púnicas.