EN LOS PAÍSES QUE LA ESTRUCTURA DOMINA A LA FUNCIÓN, CASI TODO VA PEOR
Decíamos en artículos anteriores, que hasta que no pase la inversión de la pirámide poblacional de los países con mayor esperanza de vida, como España; cada año morirá un porcentaje mayor de ancianos, con o sin coronavirus...
Los gráficos de previsión de decesos del algoritmo del Euromomo, basado en una senoide con máximos en enero y mínimos en julio, no se cumplen por los particulares incrementos de muertes en los meses tradicionalmente más fríos, como se puede ver por la amplitud de excesos anómalos de muertes invernales (fondo azul sobre la línea media); menos todavía, se observan cuando hay una pandemia zoonótica, como la del covid 19, cuando se desplaza la ola ocasional de máximos a los meses de saturación de contagios.
Aparte del incremento anual de muertes por la acumulación de la ancianidad, en los países con más problemas estructurales, los máximos sobrepasan sobradamente casi cada año la linea esperada. En Europa, las muertes por neumonía y otras enfermedades invernales se deberían ajustar de forma más rigurosa a la senoide y, si no es así, se debe al muy probable déficit sanitario; en general, más por falta de camas hospitalarias adaptadas que al número de médicos.
En países muy burocráticos, donde la estructura prevalece sobre la función, el coeficiente (número camas hospitalarias adaptadas, dividido por el número de médicos) es muy bajo. Dada la necesidad de reducir el desempleo crónico, en los presupuestos siempre prevalece la necesidad de crear puestos de trabajo a expensas del equipamiento necesario, lo que provoca falta de camas hospitalarias tecnológicas capaces de atender las puntas de enfermedades invernales graves, sobretodo, por la falta de flexibilidad adaptativa a circunstancias anómalas, como la covid 19.
Por tanto, cuando se hace un balance de muertes en exceso, es decir, observadas menos esperadas en los meses de invierno, en pocos años no se sobrepasa la media senoide, incluso, aunque en menor medida, también en los países más avanzados o funcionales, es decir, donde los salarios “estructura” no absorben la mayor parte del presupuesto “función” …
Es evidente que el pánico ha matado más que el virus, sobretodo en las residencias de ancianos, con valores estadísticos muy significativos; por ejemplo, en los momentos de mayor crisis de marzo y abril, en España se observa un número mayor de muertes entre 200.000 ingresados en residencias geriátricas que entre 3.000.000 de personas mayores de 80 años no ingresados. Cualquier prueba numérica determinaría el grado casi infinito de independencia estadística de resultados entre ambos grupos...
Es fácil ver, comparando resultados del Euromomo, qué países han tenido menor flexibilidad adaptativa a la crisis. Comparando años anteriores con los excesos de muertes por la gripe, también vemos que se trata de problemas bastante endémicos de cada nación.
Observamos además, que no existe correlación inversa alguna entre el balance de víctimas y las consecuencias económicas por el grado de confinamiento de cada país. Es decir, en los países con menor flexibilidad y mayor índice de burocracia (salarios/inversión) casi todo va peor...