EL CONFINAMIENTO EN LAS PANDEMIAS SIEMPRE LLEGA TARDE
En un estudio epidemiológico, de haber un número de población infinita, la evolución de contagios siempre sería una progresión exponencial. Por ejemplo, si fuera de razón=2 ; 1,2,4,8,16,32, etc... De forma que la línea no se cerraría nunca. Ahora bien, si se trata de una población finita, como por ejemplo la de España, la curva empieza a hacer una inflexión hacia la campana de Gauss, aproximadamente cuando está contagiada ya la mitad de la población, ya que se reduce progresivamente el número de personas contagiables y en esta segunda fase la curva pasa a ser logarítmica y a cerrarse hasta el punto más elevado de la campana.
Si observamos la campana de Gauss del Momo, y nos olvidamos de sus forzadas irregularidades “sísmicas” para que no alcance al final la línea histórica de decesos, vemos que se ajusta bien a la campana de Gauss, y más si hacemos cualquier prueba estadística.
Como vemos, se trata de la campana de decesos que sería paralela y posterior a la campana de contagios. Si consideramos el periodo medio de contagio más el de incubación, mas el de evolución de la enfermedad y deceso del afectado, nos iríamos a una semana, por lo menos, si bien este período se podría prologar bastante más.
La primera inflexión que hemos dicho de la curva de decesos tiene lugar el 18 de marzo. Por tanto, la paralela previa de contagios debería tener su inflexión como mínimo hacia el 11 o 12 de marzo, es decir, días antes del inicio del confinamiento. Por tanto, al menos la mitad de la población contagiada sería previa al confinamiento. Por esta razón, la curva o campana de Gauss de decesos se comporta como cualquier otra de pandemia histórica de gripe con una amplitud o varianza incluso inferior a dos meses.
Como siempre se llega tarde a todo, lo que es más que disculpable dadas las circunstancias. Ahora, dos meses después del contagio de la mayoría de la población se hacen test aleatorios y se obtienen resultados de sólo un cinco por ciento de positivos; argumentando, de forma inconsciente, intencionada, o incluso bienintencionada; contra todas las leyes estadísticas, que sólo un cinco por ciento de la población ha sido contagiada, gracias a un tardío confinamiento que debe proseguir para que el “rio revuelto llegue más tarde al mar”.
Siempre hay que buscar la verdad de las cosas fuera de lo aparente.
Test aleatorios y no intencionados los tenemos, por ejemplo: incluso antes del confinamiento, el del elevado número de políticos que dieron positivo, cuya extrapolación ya entonces indicaba millones de españoles afectados con o sin manifestaciones…
Por el contrario, de forma reciente se han hecho test a los futbolistas con un bajo índice de contagio.
Es evidente, como se observa incluso en los gráficos del Momo, que la ola ya ha pasado.
Volvemos a repetir hasta la saciedad, se trata de un rebrote por zoonosis del resfriado común, al igual que se producen más frecuentemente con la gripe (gripe A) y los test darán los mismos resultados difusos de una enfermedad básicamente benigna, como si se hubieran hecho a cualquier persona resfriada previa al Covid-19, tal como se ha observado en Francia con positivos de muestras previas a la zoonosis de Wuhan, que dio lugar a la pandemia del Covid-19.
Por favor, volvamos al equilibrio si es posible todavía e intentemos olvidar todos los errores.
Época de más tontería global no se había dado desde el inicio de la primera guerra mundial...