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EN  EUROPA, ¿ECONOMIA DE MARCADO O ECONOMÍA SOCIAL-CREDITICIA?

 

Es imposible que en un país no exista cierto grado de economía intervenida o protegida.

Pero si partimos de la idea de que cualquier economía protegida será en esencia deficitaria, deberá compensarse con un volumen no inferior de economía libre que aporte los impuestos necesarios para nutrir a la primera.

Por tanto, el índice de saneamiento económico de un país dependerá del coeficiente:

Economía libre/ Economía intervenida = I.S.E.

Si el I.S.E. es inferior a 1, la situación no tiene demasiado futuro.

Para no pocos es una auténtica lástima que las economías intervenidas o socialistas no prosperaran en los países del Este. Podían crear muchas expectativas de futuro, al poder abordar grandes operaciones a largo plazo, como la conquista del espacio o macroproyectos característicos de civilizaciones por desgracia ahora inexistentes, que requieren de continuados esfuerzos comunes, imposibles de abordar desde la atomizada libre empresa.

Por desgracia, la realidad es otra, la intervención de la economía la convierte casi siempre en incompetente por no ser auto-selectiva.

La economía socialista se hundió en los ochenta, al tener un coeficiente I.S.E. próximo a cero y ahora se está derrumbando en los feudos de las economías semi-intervenidas en proporción inversa a su I.S.E.

Para saber el I.S.E. que tiene cada nación basta con poner en el numerador el volumen de economía realmente libre y competitiva: muchas pequeñas empresas, alguna multinacional y en el denominador la suma de: la estructura funcionarial, la empresa pública y el gigantesco sector para-público (empresas de suministros, grandes lobis de comunicación, una gran mayoría de bancos, cajas y grandes empresas vinculadas a sus partidos, etc....)

El I.S.E. de los países europeos, en el mejor de los casos se aproxima a 1. En la mayoría, se encuentran más cerca del 0,1.

Aparentemente, es imposible que la economía competitiva represente un porcentaje tan menguado del sistema económico de una nación, al menos en Occidente, donde en teoría nos regimos por la economía de Libre Mercado.

O ¿No?

¿Y, si realmente hace más de una década que hemos abandonado el Libre Mercado, y hemos vivido una economía social-crediticia, absolutamente intervenida, basada únicamente en un endeudamiento con el futuro y con Asia?

Todos los europeos debemos ya la mayor parte de nuestro improbable futuro trabajo.

España paga ahora su deuda pública ( no la para-pública) al siete por ciento a Francia, refinanciada del tres por ciento que se la deja Alemania, quien juega el papel de banquero; si bien Francia tiene una deuda global superior a la de Italia y España juntas y los ricos de Europa son realmente ricos en deudas, eso si con mayores posibilidades de financiación, pero nada más…