LA NUEVA ECONOMIA POLITICA CONTRA LA ECONOMIA LIBRE
Con la caída económica de Occidente y unos recursos cada vez más limitados, una mayor parte de sus dirigentes pretende crear un sistema más intervenido políticamente que el de libre comercio, el que hizo prosperar a la Europa de la posguerra o al Oriente actual. Con sólo un período de cuatro años de los gobiernos democráticos, la solución casi siempre pasa por una economía basada en más endeudamiento, que requiere ser justificado por situaciones de crisis ya sean: sanitarias, ecológicas y esperemos que no de otras peores…
Sin duda, se ha entrado en una situación sobretodo en Europa occidental de economía casi tan centralizada e intervenida como la que arruinó a los países del Este de Europa.
Aun teniendo en cuenta la suma bastante más positiva que negativa de su influencia en la calidad de vida humana, la crisis Covid ha puesto de manifiesto que, como podemos leer en otros artículos de esta misma sección, si un sector debería ser nacionalizado para evitar problemas de rentabilidad y complicidad “menos sana”, sin duda, es el farmacéutico, aunque conllevara una evolución más lenta de sus logros por la burocratización funcionarial consecuente.
Pocas farmacéuticas de primera línea no son empresas privadas, unidas eso sí por un círculo no demasiado transparente a sectores públicos con gran capacidad de gasto, lo que crea vínculos bastante peligrosos...
Sin duda, el otro círculo publico-privado de más peligrosa economía protegida es también de la salud, pero esta vez de la Tierra.
Como si no hubieran otros males ecológicos más reales, la más costosa política salvadora es la que no aumente la irrisoria fracción del 0,0004 de CO2 con relación al resto de gases que componen nuestra atmósfera. Es decir, que el “plato relamido de CO2 donde se nutren las plantas parezca sacado del lavavajillas…”
Como se puede certificar por otros artículos de esta misma sección, es un problema que no se sostiene científicamente por ningún lado y más cuando se ha descubierto que el planeta Venus es candente por el frenado de su rotación y no por su densa atmósfera de CO2, por cierto noticia no aireada, aunque de atmósferas se trate...
Cualquier persona con un mínimo conocimiento de química, que no estuviera politizada claro está, se daría cuenta que el CO2 es un gas muy estable y, por el contrario, el oxígeno es muy inestable o afín a casi todos los elementos. En la atmósfera, del inestable oxígeno, ¡misterio!, hay un 21 por ciento, mientras del estable CO2 hay sólo un residuo del 0,04 por ciento; por tanto, algo aparentemente anti-químico sucede... Ese algo, es la vida y, cuando hablamos de la gran mayoría de la vida, lo hacemos de los vegetales que consumen con avidez un volumen de CO2 semejante al de su propia biomasa, que proviene en su mayoría de los fondos de los océanos que albergan millones de focos volcánicos en las dorsales submarinas, productoras de al menos diez veces veces más CO2 que el de los combustibles que utiliza la humanidad. Todo ello es cuantificable y demostrable en otros artículos de esta misma sección.
El problema es que Occidente ha dejado de ser el motor mundial de la economía y del comercio competente. Ahora debe vivir, no del funcionalismo económico, como cualquier organismo biológico que ya no crece y decae, debe recurrir al auto-consumo estructural, creando una nueva sociedad privilegiada política, donde se refugie la nueva nobleza medieval, que predique nuevas religiones, con “santas” incluidas y nuevas hechicerías, aunque conlleve a la larga perseguir y encausar a los “numerólogos” científicos de siempre. Podrán ser quemados en público en las hogueras de papel de prensa, flanqueados por hombres de blanco y de negro, estos últimos ahora menos…
El problema es que caído el “imperio romano industrial de occidente” las fronteras económicas del Este son fáciles de traspasar para los “unos” y los otros…
Después de todo, si somos ciudadanos del mundo, debemos lamentar la caída económica y, por tanto, cultural de Occidente; tal como están las cosas, probablemente no... Quizás otras formas de pensar nos rescaten del nuevo “medioevo occidental”.
¿PLAN MARSHALL CHINO..?
Ya con la crisis de 2008, la intervención de los bancos orientales en países muy afectados como Portugal o Grecia, sin dejar al resto, fue decisiva y tuvo capacidad para inyectar fondos, también a través de su dependiente Banco Central Europeo, dinero que permitió capear la crisis producida por la Banca-ladrillo y bonos basura de mayor origen americano.
El principal indicador económico mundial es la actividad y crecimiento de los principales bancos del Planeta.
En pocos años, hemos visto como los seis primeros son todos chinos, no solo por el capital que manejan, sobretodo por los elevados beneficios que se sitúan en otra galaxia, comparados con los restos de los banco-dinosaurios occidentales post-extinción…
No es que la intervención económica china haya sido hasta ahora negativa. Por ejemplo, su actuación en Africa es milagrosa y ejemplar si la comparamos con la histórica Occidental.
Hasta ahora la acción económica china ha sido provechosa; quizá porque ha jugado al juego del monopolio de forma sosegada, es decir, al juego del comercio libre y competitivo donde ha tenido siempre las ventajas de la paciencia, laboriosidad y menor corrupción político-económica…
Desequilibrar la economía occidental para encontrarse un mercado más barato dentro de un plan Marshall chino no sería, no sólo ético, sería favorecer el colapso global económico que arrastraría incluso al ganador, ya que los clientes que ya no pueden pagar dejan de ser clientes y la parálisis sería inevitable...