COVID 19, LA SEGUNDA PROBABLE PANDEMIA MUNDIAL DE CORONAVIRUS, TRAS LA COVID 03


Como deciamos, en un estudio epidemiológico, de haber un número de población infinita, la evolución de contagios siempre sería una progresión exponencial. Por ejemplo, si fuera de razón=2 por día, obtendríamos en días sucesivos: 1,2,4,8,16,32, etc... De forma que la línea no se cerraría nunca. Ahora bien, si se trata de una población finita, como por ejemplo la de Europa, la curva empieza a hacer una inflexión hacia la campana de Gauss, aproximadamente cuando está contagiada ya la mitad de la población, ya que se reduce progresivamente el número de personas contagiables y en esta segunda fase la curva pasa a ser logarítmica y a cerrarse hasta el punto más elevado de la campana, cuando la mayoría de la población ya no puede contagiarse más: por éxito de aislamiento del resto o por saturación de contagios, es decir, cuando ya la gran mayoría han sido contagiados, inmunes o no.

Si observamos la campana del Euro-momo, de la evolución de decesos del Covid 19 en Europa vemos que se ajusta bien a la campana de Gauss, con un crecimiento exponencial muy acentuado y una varianza o amplitud mucho más corta con relación al elevado nivel de decesos, a diferencia de la curva de muertes producida por la gripe que presenta una variancia o base más amplia y una menor altura.

Como vemos, al igual que la curva del Momo de España, se trata de la campana de decesos que sería paralela y posterior a la campana de contagios que causaron dichos decesos y que sería significativa a la de contagios en general. Si consideramos el periodo medio de contagio más el de incubación, mas el de evolución de la enfermedad y deceso del afectado, nos iríamos en el caso de Europa a un mínimo de dos semanas.

La primera inflexión que hemos dicho de la curva de decesos tiene lugar el 18 de marzo en España y unos veinte días después en el conjunto de Europa. Por tanto, la curva paralela previa de contagios debería tener su inflexión como máximo hacia el 10 de marzo en España, es decir, días antes del inicio del confinamiento. En el conjunto de Europa, como vemos se retrasará al menos dos semanas más, sin que por ello varíe de forma significativa la forma de las campanas entre España y Europa, lo que indica la poca influencia del confinamiento entre la mayoría de países.

Si vemos el fuerte aumento de la mortalidad inicial responde a un índice de contagio superior a dos por día., aproximadamente 2,5 por día tanto en España , como en el conjunto de Europa, evolución mucho más rápida e intensa que la de la gripe en general.


Como ya dijimos, de haber tenido el confinamiento una mínima efectividad, la varianza o amplitud de la campana sería mucho mas amplia y probablemente asimétrica. De cualquier forma, si analizamos las otras curvas de evolución de la pandemia en otros países siguen siendo semejantes, lo que reiteramos pone en duda que sea efectivo el tipo de confinamiento realizado cuando se trata de pandemias de enfermedades tan contagiosas.

Se habla de éxito de confinamiento del Covid 03 SARS1, cuando se había considerado pandemia, a raíz de mostrar focos epidémicos en diferentes lugares del Mundo a partir de 2003. De forma casi misteriosa, la pandemia desapareció... Es evidente que perdió morbilidad a medida que los contagios se alejaron de la zoonosis e incorporaron anticuerpos humanos, ver otros artículos en esta misma sección. De cualquier forma, en España y en muchos otros países a finales de 2004 e inicio de 2005 sobreviene una “gripe fantasma o, quizás, epidemia de coronavirus SARS 1” que al final fue casi tan virulenta que la del Covid-19: ¿fue un resurgir del SARS1?

Si analizamos las campanas de Gauss de los decesos ocurridos a raiz del Covid 19 y de otras gripes, como la del 2018, vemos que las áreas generadas sobre la media que indican el número global de muertes por exceso en el Euro-momo son bastante semejantes entre 2018 y 2020. No obstante, la campana del Covid 19 por su elevación extrema y pequeña base o varianza no ofrece similitudes con ninguna otra curva de excesos de muertes invernales, salvo la del invierno de 2004-2005, sobretodo en enero, curva que indica un índice de contagio semejante a una progresión geométrica inicial de razón 2.5/día., dicho índice vendría a confirmar que la pandemia de dicho invierno sería del Covid 03 SARS 1.

Por el contrario, en la curva de decesos de 2018 pueden ocluirse dos máximos, por dos cepas de gripe diferentes o, quizás, un rebrote poco probable de la misma.

De dar por válida la hipótesis de la pandemia global del Covid 03, tendríamos conclusiones bastante válidas:

Al estar lejos de la zoonosis, los rebrotes del Covid 19, aunque persistentes, no deberían ser graves, como no lo fueron los del probable Covid 03, una vez expandida la pandemia. Por ejemplo, en el invierno de 2005-2006, un año después, los excesos de muertes fueron mínimos.

La gran semejanza entre las curvas de las muertes en todos los países y la media del Euromomo, indican muy poca efectividad de los confinamientos si no son mucho más drásticos, por no decir que parecen imposibles.

En su conjunto, la rápida caída de la campana de Gauss en los decesos incluso producidos por la gripe (con razón semejante o menor a 2/día) indican una elevada saturación de los contagios en todas las pandemias invernales que afectan en general a una gran parte de la población, con síntomas o no por haber sufrido contagios recientes y, por tanto, inmunidad temporal.

Es decir, el contagio por gripes o resfriados abarca a la gran mayoría de la población cada temporada, siendo el nivel de contagio variable en función del grado de inmunidad: natural, por vacunación, o por contagios recientes.

De hecho, la gripe estacional, del grupo B, presenta la denominación de estacional por la persistencia y facilidad de los contagios, sobretodo en cada invierno en las zonas templadas y frías como Europa. El índice de contagios en este caso, con razón próxima a dos, es superior en general a la gripe A, de zoonosis no muy distante y por tanto más grave, cuyo índice de contagio en consecuencia sería menor. La razón es muy sencilla: cuanto más grave es una pandemia, más afecta e inmoviliza a una parte de la población, reduciendo por tanto la velocidad o indice de contagio, al haber un porcentaje menor de contagiados no afectados que, por su mayor movilidad, son más contagiadores.

Es evidente que, por la reiteración de contagios e inmunidad persistente consecuente que la hace más benigna, un importante porcentaje de la población son contagiadas cada año por la gripe estacional, sin que presenten unos síntomas notables o incluso prácticamente ninguno, lo que comporta una mayor movilidad y, por tanto, mayor potencial de contagio. Con el resfriado sucede lo mismo con mayor reiteración, de ahí, las menores posibilidades de control del futuro resfriado con SARS 1 y 2 entre otros muchos virus.

Es evidente, como se observa incluso en los gráficos del Euro-momo, que la ola de la Covid 19 ya ha pasado también en Europa. Es probable que venga de nuevo con los primeros fríos. Si no cunde el pánico de nuevo, al estar lejos ya de la zoonosis, no será más grave que la gripe estacional…

Reiteramos que se trata de un rebrote por zoonosis del resfriado común, como sucedió probablemente en 2003-2005 con el SARS-1, y al igual que se producen más frecuentemente con la gripe (gripe A).

Los test que se hagan del SARS-2 darán los mismos resultados difusos de una enfermedad básicamente benigna, como si se hubieran hecho a cualquier persona resfriada previa al Covid-19, tal como se ha observado en Francia con positivos de muestras previas a la zoonosis de Wuhan, que dio lugar a la pandemia del Covid-19.

El resfriado común es básicamente benigno, pero la asiduidad con que nos visita, por el bajo porcentaje de sintomáticos, con una media de dos a tres veces al año, lo hace probablemente la enfermedad epidémica cuantitativa más mortal, sobretodo cuando no nos encontramos inmunes por la edad u otros problemas.

De cualquier forma, después de meses de incorporación de anticuerpos desde la zoonosis, el Covid-19 debe ser considerado ya como un nuevo inquilino, el tercero de los coronavirus que forman parte del amplio catálogo de virus del resfriado y, por tanto, quedará próximo a nosotros, con varios rebrotes probables al año, sin que nos tenga que llamar más la atención que el resto de virus de dicho catálogo…

La vacuna, como la no conseguida del resfriado ya que se trata del mismo problema, será difícil. No obstante, algo saldrá, aunque sea un placebo de coste multimillonario que creará la tan necesaria tranquilidad y oportunidades politico-sanitarias...