CAMBIAR LA EVOLUCIÓN CREA PUESTOS DE TRABAJO

Uno de los problemas mas graves que presenta la sociedad occidental con sus bases biológicas obtenidas por millones de años de evolución es el desfase cronológico de su propia naturaleza con los requerimientos sociopolíticos de su entorno estructural.

Es evidente que el desfase cronológico produce problemas que significan ingresos para el gremio oportuno. Por ejemplo: tener hijos en edad avanzada comporta dificultades que generan mayor intervención médica,  haciendo posible tipos de fecundación alternativos más costosos. En determinados países, sobretodo menos avanzados en ciencia y, por tanto, con mayores privilegios gremiales por falta de crítica en sectores técnicos como la Sanidad, son mucho más comunes las cesáreas, ya que significan una intervención quirúrgica mejor remunerada que un simple parto y más si la Certeza Social cubre el dispendio.

Pero no sólo la Sanidad se ve beneficiada, al menos mientras ha sido posible, por que se hagan las cosas a destiempo.

Los grupos políticos más vinculados a los gremios son quienes favorecen más los cambios estructurales. Se basa simplemente, en hacer como si la naturaleza hubiera tenido un antes y un después desde la entrada de un determinado partido político que lo quiere cambiar todo bajo el lema de la modernidad, incluso la propia evolución. Como es natural, dichos partidos actuarán en realidad en defensa de los intereses de los gremios. Por tanto, llamemos a dichos partidos por su autentica función: “partidos gremialistas”.

Naturalmente, una gran parte del gremio de la información estará afiliada o vinculada a algún partido gremialista. Por su propia naturaleza,  dicho partido será el que más aporte al gremio de la información y más influya en los contenidos informativos, pero también en la sanidad, medio ambiente, enseñanza, etc, etc

El problema es como poder frenar el incremento del coste estructural gremial, antes que la estructura se colapse, como todas las estructuras por exceso de masa, en este caso masa gremial. ¿Qué gremio se atreve a frenar a otro en defensa de sus intereses si casi todos son del mismo partido?

Otro ejemplo: los medios de comunicación occidentales criminalizan el trabajo infantil incluso el juvenil del tercer mundo. Como si los niños del tercer mundo si dejaran de trabajar no se murieran de hambre y pudieran irse a jugar con la Nintendo a su hogar del “estado del bienestar”.

Es evidente que prolongar el periodo de la enseñanza es positivo, ya que debe aportar mayor volumen de conocimientos a los jóvenes. De forma colateral,  también una mayor estructura y más puestos de trabajo en la enseñanza.

En este punto, también se plantea un grave problema de desfase cronológico entre la sociedad del “bienestar -crediticio” es decir a base de endeudarse, con el “imput psicológico” de la adolescencia, el momento más delicado de la evolución psicológica, cuando se integra la personalidad del individuo. Si uno se aficiona a algo durante la adolescencia es probable que perdure toda la vida.

El problema es que hay países que la adolescencia se vincula por cronología al hábito del trabajo y en otros no tanto.

En Occidente hace décadas que pertenecemos al segundo grupo, lo que conlleva que muchos jóvenes, incluso con extensa preparación académica, mientras sea posible, declinen la responsabilidad del trabajo continuado. Y más, cuando tienen el gran refuerzo de que no abunda.