BARRA LIBRE, POR BARRA LIBRE
Con la puesta en marcha del euro en el 2.000 llegó al sur de
Europa y, por tanto, a España un nuevo tipo de tarjeta de crédito vip, sobretodo para la clase política y para-política, es
decir, la avalada por los propios bancos.
Se trata de la “Visa euro”, como
Por la “Visa euro” sólo pagas un dos o tres por ciento de interés. Sus fondos ilimitados son el gran anhelo de los políticos, ya que puede liberarlos de los límites presupuestarios, sobretodo más allá de la legislatura que es lo que interesa.
Las tres clases de políticos más comunes han hecho durante más de una década uso y abuso de la “visa euro”, tanto los egoístas, como los gremiales, como los altruistas. Con el poder de la “visa euro”, los altruistas han ofrecido “barra libre” a cargo del gasto público para todos; los políticos gremiales, barra libre para los suyos; y los egoístas, barra libre para si mismos. En política de endeudamiento, como es lógico, los peores son los altruistas, lo que da pié al éxito económico inicial de las dictaduras, antes que los dictadores se vuelvan locos.
Cualquier tarjeta de crédito que tenga un margen de crédito más allá de nuestros ingresos se convierte en poco tiempo en una pesadilla., 10 años de “visa euro” equivalen a 20 de miseria.
¿Como hacer llevadera la miseria?
Potencialmente, España es todavía uno de los líderes
turísticos del mundo. Como tal, la creación de empleo turístico podría generar
millones de puestos de trabajo, sobretodo en verano, si nos saltamos el pertigoso (de pértiga) listón de los casi seiscientos euros
de
Ya se sabe, hay que salvaguardar las pensiones a cualquier precio, aunque cueste el inevitable desplome del sistema.
Crear empleo, no con números rojos de balance, es decir, con cargo al gasto público; puede crear más confianza que cualquier otra política, por muy complaciente que se sea con nuestros avaladores europeos. A nadie le dejan dinero si se encuentra en el paro, ya seamos países o personas.
El crear una “barra libre” para el empleo público ha sido un autentico desastre del decenio pasado. Ahora vemos en los municipios, puestos con calzador en los ayuntamientos, a los antiguos comerciantes nativos; mientras los comercios son ocupados por laboriosos orientales y norteafricanos.
Es probable, que la única solución momentánea sea crear también una barra libre, pero no para empleo público, sino para el que no gravita sobre los demás; además de de reducir hasta el nivel soportable, el sueldo y horario de los nuevas áreas funcionariales, la mayoría administrativas y con vínculos a cada partido patrocinador, si antes la población sobrevivía sin ellas, es probable que lo pueda seguir haciendo…